La historia empieza cuando Jori Sue, una mujer maltratada por su padre, hermanos y esposo -Bobby Dean-, luego de la última paliza recibida decide escapar de su hogar, pero antes de hacerlo y a manera de venganza incendia la casa en donde, por muchos años, padeció un infierno de violaciones, malos tratos y abusos tanto físicos como psicológicos.
Su huida no llega muy lejos porque a un ciento de millas de distancia su vieja camioneta queda inservible. Jori Sue, azorada y desesperada decide caminar hasta el pueblo más cercano, pero antes de hacerlo descubre una señal que indica el camino a una plantación cercana, así que resuelve ir hacia allí a pedir ayuda y de esta manera continuar con su huida. Ella no se imagina que esta decisión cambiará su vida para siempre.
Troy Leyton, dueño y señor de una de las plantaciones de algodón más grande de Alabama, está furioso, su ex-mujer, por medio de una llamada telefónica, le comunica que en menos de una hora su hija menor Cricket, de nueve años, llegará a la ciudad para pasar todo el verano junto a él. Además, la mitad de sus trabajadores han decidido huir de Alabama debido a la nueva ley de extradición de trabajadores extranjeros ilegales del país. Sin contar con que su hijo mayor Colton tiene problemas con la policía. Angustiado y desesperado por no saber qué hacer con la llegada inminente de su hija, ni tampoco quién puede cuidar de ella, decide aceptar la ayuda de una desconocida a la que su inservible camioneta ha dejado tirada en la carretera.
El destino y sus juegos retorcidos son los principales protagonistas en la trama planteada por Joana Arteaga en su libro “La chica que soñaba respirar bajo el agua”. Y quizás es el único motivo que no llega a convencerme del todo. En realidad, tengo sentimientos contradictorios porque devoré el libro en un par de días, pero siempre teniendo la premisa de que no terminaba de creérmelo.
Personajes bien definidos en La chica que soñaba con respirar bajo el agua
Los personajes principales son fuertes y con carácter, incluso, Jori Sue, que aparentemente es la más débil de todos, demuestra como su experiencia con el sufrimiento físico y mental le han conferido una gran comprensión del dolor ajeno -en este caso con el dolor y la adversidad de la familia de Troy.
Todos los protagonistas tanto principales como secundarios se caracterizan por sufrir una desgracia (física o mental) en su vida personal, son seres rotos, con poca esperanza y obligados a convivir juntos a pesar de que prácticamente ni se dirigen la palabra.
Es impresionante como Joana Arteaga monta una trama gigantesca y bien organizada que plantea problemas muy graves como: la depresión, el abandono, la enfermedad, el mal trato de género sobre -y me da pena decirlo- una base inicial muy débil. En cada hoja leída tenía la misma pregunta rondándome la cabeza una y otra vez ¿quién puede ser capaz de encargar el cuidado de sus hijos a una completa extraña?, si hubiera encontrado una respuesta creíble y positiva a esta pregunta, no le hubiera puesto ningún pero…
Por lo demás, es decir, por el estilo, la forma de escribir, lo claro y diáfano de su explicación, la manera elegante y refinada con la que describe cada escena, ya sea de acción como erótica, el suspenso sistemático que mantiene al lector enganchado, me hace tener la certeza de que Joana Arteaga tiene madera de una escritora de alto nivel. Apuesto por sus futuros libros.
Autora: Judesty
Twitter: @Judesty
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